MUJER DE PRIMAVERA
Te espero
con el reloj de los besos
quemándome los labios,
con el alma
buscando una caricia,
con la inquietud
de los sueños solitarios,
con el temor
de las grandes aventuras...
pero siempre te espero.
Te busco
con las manos vacías
y el corazón hinchado,
con la voz
que tiembla desde el pecho,
con el tiempo
de las horas más preciosas,
y en la boca
del silencio una sonrisa...
pero siempre te busco.
Te espero,
te busco y te recuerdo,
mujer de primavera;
mis manos
llegaron a tu cuerpo,
tu cuerpo
llenándome las manos,
mi boca,
tu boca y nuestros besos...
pero siempre el recuerdo